Nos estábamos haciendo a la idea de que la primavera estaba asentada entre nosotros y que este último invierno era ya historia, además con poca historia. Ingénuos, incrédulos.......¡pero qué afortunados!
Nada más lejos de la realidad. Cuando al tiempo le da por hacer una de sus locuras, ya podemos estar en primavera o verano. Hará lo que tenga que hacer.
Han bastado dos días escasos para que estas montañas volvieran a lucir sus mejores galas invernales. Un generoso manto blanco nos recibe ya en los márgenes del Monrepós. Al final, Jamuro, Victoriano y yo nos hemos animado a aprovechar una mañana de sábado de buena previsión meteorológica tras lo pésimo de esta Semana Santa. Breve votación y unanimidad, decidimos que para correr por nieve en Gratal, nos vamos a pisarla a Oturia, la idea inicial.
Nos hemos presentado en Javierre del Obispo para hacernos una salida entreno, de esas que le dejan a uno satisfecho para unos cuantos días, simplemente porque pocas veces tiene uno la suerte de poder correr por estos parajes con una estampa tan bella como la que hoy nos hemos encontrado. No hemos batido ningún record ni mejorado ninguna marca, sencillamente nos lo hemos pasado bien y algo de nuestro interior se ha vuelto a impresionar con la belleza que presta la nieve.
Además en la cima nos hemos llevado la grata sorpresa de la visita de Mych (Alberto), que sabiendo de nuestras intenciones, ha subido desde Osan para juntarse con nosotros. Descenso en animada charla, con Mych no hay otra, hasta Isún y desde allí cada grupo a su destino, Osan o Javierre.
Han sido unos 18 km, con unos 1.100 m de D+ y un buen y generoso palmo de nieve que nos ha hecho trabajar lo suyo en toda la subida hasta Oturia.
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