OTRA VEZ.

De nuevo, pero esta vez acompañado por Pablo y Carmar, hemos dirigido nuestras tablas hacia el solitario Pico o Punta La Inclusa, al pie de la Ferraturas, en ese bello rincón de modestas cimas escondido tras La Foratata, que este año presenta un aspecto inmejorable de nieve. 

En esta mañana de domingo, a pesar de una mala previsión meteorológica, que pronosticaba cielos negros, con tormentas a partir del mediodía (cómo me alegro cuando "patinan" los del tiempo!!) nos hemos encontrado con un bellísimo día de primavera, de cielo azul, de ese sol que notas que ya te va pegando fuerte, que te hace sudar y sentir calor, que teníamos ganas después de estos vendavales sufridos durante el ya terminado invierno. Ahora sí que estamos en primavera y desde luego que hoy la hemos sentido. Recorrido sin ninguna complicación técnica, sobre un terreno solitario con unas impresionantes vistas, en el que ascendemos a las cimas de la Punta La Inclusa, Punta La Fita y la última estribación de La Foratata. 

Nieve perfecta para subir, se nota que ha debido de hacer una noche fresca, y también perfecta a la hora del descenso, encontrándonos con esa nieve blandita y manejable que se deja hacer sin protestar.

Eso sí, al final la tormenta y los cielos negros han llegado, pero ya con todo hecho.

CORRIENDO POR LOS MALLOS.

Al pie de la pared vertical,  del extraplomo, de los bolos incrustados. Espacio para el vuelo pausado y tranquilo, para el movimiento circular, para el poderoso aleteo del buitre. Día gris el que hemos tenido hoy, con un cielo difuso que parecía no existir. Volvemos a juntarnos cuatro para correr a los pies de los mallos. Cuatro para subir, correr, subir, correr, adentrarnos a voluntad por caminos que no sabemos exactamente dónde nos llevarán, decidir sobre la marcha el subir por donde todavía no se ha marcado el sendero. Monte en el que aún persisten pequeñas cicatrices de aquel incendio que arrasó esta zona, hace de aquello unos cuantos y olvidados años. Recorrido circular, como el vuelo de los buitres que nos vigilan.

Subiendo primero hacia el N. por el circo entre los mallos Pisón y Fire, regresando por el Sur, hasta la collada de Santo Román, ascendiendo a la Peña del Sol buscando el no sendero, los últimos metros a ritmo de duro ascenso y de nuevo a Riglos, justo cuando nos empiezan a caer unas tímidas gotas.

Poco más de 20 km para poco más y suficientes 1.000 m de desnivel positivo.

Doscientos metros subidos, más ciento cincuenta y me llevo tres.......

Bajando de la Peña del Sol, cien veces más y tenemos el sendero hecho.

¡Eh, que la valla ya estaba así..... que conste!

En fin.....éste es el grupo de hoy.

¡¡A OSÁN!!

El próximo 14 de Abril, se celebrará un año más (y van seis), la "Osan Cross Mountain", exótico nombre para una bella y perfecta carrera, que cada año que pasa, cuenta con más aceptación y participantes. El participar en ella, se ha convertido casi en una tradición para los que corremos habitualmente carreras por montaña. Es el icono del comienzo de la temporada y para los que todavía no se prodigan por estos terrenos o les apetece saborear otra clase de carreras, es una perfecta ocasión de degustar, sin empacharse, este tipo de "gastronomía". 

(Vaya!....Se ve que mi subconsciente estaba pensando en las migas)

Hace unos días nos acercamos a corretear, con la intención de alargar hasta la cima de Oturia. Imposible cruzar el praderío de Santa Orosia por el estado de la nieve, así que nos contentamos con hacer el recorrido de la carrera. Breves minutos que espero sirvan para despertar las ganas.

¡POR OSÁN! from Manumar on Vimeo.

OSÁN, DIFERENCIAS.

"Diferente, distinto, es lo que tiene cada día que pasa o cada día que llega. Esa es la razón, el motivo, el impulso, el porqué y el para qué. No hay dos iguales, habrá un mismo camino, un mismo itinerario que nos acerca, un mismo peregrinar por las ermitas, el mismo praderío, pero todo tan diferente. Escondido esta vez, sumergido en un blanco y húmedo colchón. Irregular y agotador colchón, aunque transmita paz y sosiego. Manto que desaparecerá ante nuestros ojos con el transcurrir del tiempo, que cede frágil bajo nuestras frías pisadas.

Volveremos en breve y otra vez cruzaremos sus arroyos caudalosos, de nuevo seremos bautizados por sus aguas en la vertiginosa caída al abismo. Mientras, inclinaremos humildemente la cabeza durante un ascenso que purgará nuestras debilidades, serpentearemos por sus empedrados senderos, dócil y placenteramente, dejando un borroso halo de húmedo y efímero vapor. Será en otro instante, en un nuevo día y ya sólo por eso, gracias a eso, volveremos a disfrutar de la inesperada y bella diferencia."

 Osán-Subida de las Ermitas-Sta. Orosia-Isún-Osán.

¿Iguales?, diferentes.