Llega el tiempo del correr tranquilo, sin más que el porque sí, de volver a esos pequeños refugios que todos tenemos, a los que nos gusta volver en esos días de quietud para sentir cómo penetra este calor de finales de octubre en nuestros huesos. Tiempo de compartir con los amigos, sin prisas, saboreando el lento pasar del fugaz tiempo. De descubrir esos pequeños rincones con encanto, que sorprenden aunque ya hayan estado en nuestra retina. Siempre nos quedará Talamantes.
2 comentarios:
Estos días de Octubre que parecen de Agosto nos cargarán a tope las baterías para el Invierno... Bonitas fotos, especialmente la de la bici apoyada junto a la ventana.Talamantes respira paz y sosiego en cada calle.
Cada vez que vamos, nos sorprende Talamantes con un rincón con encanto, tanto en las calles del pueblo como por sus montes. Es uno de nuestros refugios donde, como bien dices, poder reponer con tranquilidad. Un saludo Carlos
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