Día de encuentro de colores, del blanco y marrón inicial, señal de una escasez de nieve que interiormente produce una extraña sensación de tristeza, al definitivo azul y blanco encontrado en la vertiente francesa. Abundancia, que no exceso.
Lugares habituales, de tranquilo deslizar. Solitariamente en muchas ocasiones, acompañado en numerosas otras y ahora con sorprendente y deseada nueva compañía. Mostrándose por vez primera multitud de sensaciones agradables todas ellas por lo sencillas y simples, por conectar directamente con nuestro instinto más natural, por lo diferente de esa compañía.
En definitiva, aprovechar y sentir cualquier oportunidad que surja, paladear cualquier minuto de este nuevo 2015 recién comenzado. En esta ocasión dejándonos llevar por el ibón del Escalar, ibones de Ayous y Pico de Astún.
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