lunes, 10 de octubre de 2016

DIENTES DE BATANES Y SERRATO.

Visibles desde el valle de Tena, recortándose sobre el horizonte, aparecen tres puntas. Tres que en algún momento debieron ser una. Una única montaña que, conforme surgía de las entrañas, se partía y rompía formando tres dientes. Apartadas de los recorridos habituales, defendidas por lo vertical, siguen manteniéndose un tanto olvidadas. Nuestra mirada se verá atraída hacia ellas desde el mismo fondo del valle de Tena. Tres puntas rotas. Una única montaña.

Elegimos como itinerario para acercarnos hasta ellas el más directo desde el Balneario de Panticosa, el que nos llevará pasando por el ibón de Serrato y los ibones de Labaza. Marcado sendero al principio que va diluyéndose según nos alejamos del más habitual camino hacia Brazatos y Bacías. Directo, ganando el máximo desnivel inicial a buen ritmo, mientras el terreno lo permite, hasta asomarnos a la cubeta del ibón de Serrato, tristemente encogido por la sequía pertinaz.

Entramos así en un mundo granítico roto, caótico, de bloques grandes, medianos y pequeños que dan cobijo a los ibones de Labaza, el inferior y el superior. Dureza y fragilidad a la vez. Terreno de avance por instinto y de descubrir mojones.

Desde el amplio collado del  Serrato, alcanzamos la primera de las cimas de este día sin ninguna dificultad,  el Diente Occidental (2.875 m). Para el Central, descendemos atendiendo a la lógica, por la vertiente Norte, tan caótica y rota como lo es la Sur. Alcanzamos la profunda brecha que rompe la montaña. Cada cual valora su interés y sus ganas. Todo lo que se sube hay que bajar. Subida delicada, más si se va sin cuerda. Tras superar las dificultades de la brecha (III, III sup), a Vito y Perrojuan les toca mimar el paso, acariciar con cuidado el terreno descompuesto e inclinado (la conocida como"caries" del Central). Unas cuantas piedras caen desde la cima (Central 2885 m) hasta su pie, tributo para mantener este caos.

El tercer diente, el Oriental nos espera. Alcanzamos el pequeño collado de su arista E que marca el inicio de un ascenso más fácil, no por ello exento de mantener toda la atención. Manos, pies necesarios para su subida. Castigados cintajos en un bloque, por si alguien quiere rapelar en la bajada. Roca más segura (II).

De regreso por el mismo camino, completamos esta espléndida mañana con la subida al P. Serrato (2.888 m), otra entretenida cima, para lo que recorremos su no corta cresta S.

La luz del día ya va siendo más breve y esto nos hace mirar de reojo el P. Xuans, que ahí está y que seguirá estando. Pendiente queda su subida para otra ocasión. Larga bajada hasta el balneario, al que llegamos justo cuando los rayos del sol van dejando paso a la sombra. Bello cierre de telón para una jornada que nos deja a todos satisfechos.

Una perfecta combinación de trail y montaña clásica.

Diente Occidental de Batanes (2.875 m)
De izda a derecha: Manu, Vito, Perrojuan y Nacho. La Boira andará un poco más abajo. 

Brecha al Diente Central.

Paso clave al Central (III sup)

Ibones de Batanes, desde el Diente Oriental (2.909 m)

Ibones de Labaza y los Tresmiles del Balneario.


Llegando a la cima del Diente Central (2.885 m)

Cima del Central (2.885 m)

Cresta S al Serrato


En la cresta S del Serrato (2.888 m)

P. Xuans (izda) y Dientes de Batanes

2 comentarios:

cansamontañas dijo...

Magnífica excursión y todavía mejor el relato y descripción del recorrido. Que no se seque esa pluma Manu y que tampoco se oxiden esas patas jajaja!!!! Felicidades por la aventura a los cuatro y agradecimiento a quien tan bien nos lo ha contado. Un abrazo campeones!!

Unknown dijo...

Espero ser tan resistente al óxido y a la sequía como tú, amigo Carlos! Un abrazo.