domingo, 20 de marzo de 2011

III PERIMETRAL A JAVALAMBRE

                    Un nuevo año, y van ya tres (todas las ediciones), nos hemos dirigido a esta bonita carrera que discurre y nos muestra, como bien indica su nombre, todo el dominio de la estación de esqui de Javalambre (Teruel).

                     Como en cada edición, la duda surge los días previos ¿habrá nieve?,¿no habrá? El primer año (2009) la pisamos durante un tramo no muy largo en la parte más alta, en el 2010 unos días de intenso calor durante la semana acabaron con la nieve que cubría la estación y al final hubo menos que el año anterior. Pero este...... este ha sido el año de correr por fin una carrera casi, casi en su totalidad por nieve!!! Salvo los escasos metros de salida y meta, así como algunos cortos tramos de las partes más bajas de bosque, el resto presentaba un manto de nieve que lo cubría todo, y en algunas zonas con varios palmos de espesor.
Preparándonos antes de la carrera

Algo menos de participación que en el 2010, dispuestos a disfrutar de esta peculiar manera una mañana fresca, pero luminosa y casi casi primaveral.

Los siete........ y magníficos
Varios Sarrios hemos acudido: Victoriano, Fer, Oscar, Jorge, Alvaro, el que escribe....y Eduardo (Tornillo), que aunque no es Sarrio, los "andares" ya los tiene.

Salida con cautela, ya que la nieve se presenta todavía helada en algún tramo y el recorrido se lanza tentadoramente hacia abajo. No es cuestión de caerse nada más empezar, la carrera es algo más larga que otras ediciones y con la nieve se hará "más larga". Como ocurre en la mayoría de las carreras, las posiciones se van definiendo y me incorporo a un estirado grupo de cuatro corredores que siguen la estela de los otros cuatro de cabeza, que ya han desaparecido, por lo menos de mi vista.  Posiciones alternando, en subidas unos, en bajadas otros. El más fuerte de nuestro grupo se va marchando poco a poco a la altura del km 11. Nos estiramos más y más, hasta darme cuenta que no escucho más que mis propias pisadas y jadeos.

Hay que continuar con calma y guardar fuerzas, lo más duro queda todavía y será al final. En el avituallamiento de mitad carrera me cantan mi sexta posición. Hay que andar con mucho ojo para no perder la referencia de las cintas que marcan el recorrido (algunas son de plástico blanco con algo rojo y no se ven muy bien). Se llega así a una zona boscosa preciosa, las huellas de los de delante ayudan a seguir la dirección correcta....hasta que pierdo las cintas, las huellas.....hay que parar, retroceder un poco y volver a encontrarlas. Seguimos.

Al sonido de mis pisadas y resoplidos, se unen las de mis antiguos (y jóvenes) compañeros de carrera, que me han alcanzado. Nos plantamos así los cuatro al pie del durísimo cortafuegos que caracteriza el final de esta carrera, unos 350 m de D+ en 1,5 km.......con lo que llevamos ya. Lo tengo claro, o les dejo en el cortafuegos o no tengo nada que hacer si llegamos arriba juntos en  los llanos y últimos metros. Así que tras aguantar los primeros ritmos que van marcando, aprieto, me voy y consigo ir abriendo hueco. Qué raras sensaciones las que se tienen con el máximo esfuerzo.......¿es placer eso que se nota en el fondo de los pulmones?

Dura carrera, técnica, satisfecho y contento por el 6º puesto final y 1º de veteranos B. Contento por poder disfrutar mientras corría (pocas veces lo he sentido durante tanto tiempo en una carrera). La nieve embellece y por supuesto endurece. Seguramente habrá más de uno que no estará de acuerdo, pero este año la naturaleza en Javalambre ha conseguido una carrera bella y especial, para no olvidar.

Tornillo reponiendo sales.........¿Isostar, Powerade, Gatorade?

domingo, 13 de marzo de 2011

JAVIERRE DEL OBISPO-OTURIA.

Rápida escapada a Javierre del Obispo (Huesca), aprovechando una mañana libre entre semana y con un tiempo primaveral y luminoso.

Javierre del Obispo es un pequeñito pueblo de la comarca del Alto Gállego, perteneciente al municipio de Biescas y a los pies del Oturia (1.920 m). En estos pueblos, la tranquilidad, el silencio, hacen que cuando uno llega, el tiempo parezca que lleve otro ritmo, mucho más tranquilo y pausado.

Sólo dos mastines se acercan ladrando para olisquear a este extraño recién llegado. Al percibir que mis intenciones no son malas, continúan con su siesta matinal cerca de la fuente de la plaza sin dar mayor importancia al asunto.
Mi intención es conocer el recorrido de la carrera que se celebrará el próximo 16 de Abril y que partirá de esta misma población donde me encuentro. Será lo que se llama un "kilómetro vertical", es decir superar los más de 1.000 m de desnivel en los 5,8 km de distancia que separan Javierre de la cima de Oturia.

El itinerario no representa dificultad para seguirlo ya que se encuentra bien marcado (mojones y marcas amarillas y verdes) y es evidente. Conforme vamos ascendiendo, el paisaje un poco áspero al principio (margas y piedra) va cambiando hasta convertirse en un bonito sendero (eso sí, ascendente todo el rato, pero corredero). Los matorrales van ganando en altura y frondosidad hasta encontrarnos metidos en unos bonitos senderos boscosos donde todavía persisten importantes vestigios de la nieve caída en los últimos días. Tras algún tramo menos pendiente, llegamos a las praderas superiores donde se asienta la ermita de Sta. Orosia, aunque a desmano del recorrido de hoy. Paso cerca de una cabaña en ruinas desde donde se ve perfectamente la cima de Oturia, segunda parte del ascenso.
Praderío blandito y salpicado de vigorosos bojes por el que voy ganando altura hasta encarar los últimos y más duros metros, donde ya sólo queda tener suficiente fuerza guardada y alcanzar el gigantesco mojón de su cima. Recobramos el perdido resuello mientras el panorama de Collarada hasta Las Tres Sorores por el Norte, Peña Cancias al Este y Guara un poco más al Sur ayudan a recuperar la tranquilidad y el sosiego desaparecido durante el esfuerzo.


Oturia al fondo, segunda parte del recorrido.

Cilindro, Perdido, Soum de Ramond, Pta de Las Olas desde la cima de Oturia.

Peña Cancias al fondo.
Recobrando el resuello al rico sol de la cima.
Regreso por el mismo camino, disfrutando ahora ya más pausadamente de esta preciosa mañana en la que, de la forma más sencilla,  llega uno a tocar la felicidad.


domingo, 6 de marzo de 2011

CARNAVAL BLANCO EN LA TONDA

Por segunda vez en quince días, nos acercamos a esta bonita zona de las proximidades del Moncayo que es Talamantes. Más bella hoy, si cabe, debido a las intensas nevadas que se han producido en esta última semana.



Esta vez nuestra idea es simple, subir por el famoso cortafuegos (quien haya corrido la carrera por montaña de Talamantes sabrá de qué hablamos) hasta la cima de La Tonda.

La distancia que separa ambos puntos no superará los 7 km, pero se salva un desnivel cercano a los 800 m, siendo en los primeros 2 km (el tramo de cortafuegos) en los que ascendemos ya casi 500 m.

Tras unos primeros kilómetros de calentamiento por llano, nos dirigimos con decisión y ganas. Vamos por terreno conocido, así que sabemos lo que hemos hecho y lo que nos queda por hacer.


Es limitado el paisaje que las nubes permiten que veamos, pero lo suficiente como para sentir la belleza de la nieve recién caida en estos bosques y praderas.


No nos sobra la ropa que llevamos a pesar del esfuerzo, aunque poco a poco vamos recobrando el aliento tras los exigentes kilómetros iniciales, suficiente para retomar conversaciones, risas y "alcahueteos". 
La alfombra de nieve nos va desvelando, mediante diminutas huellas, la variada vida que se oculta en estos bosques. 
Debido a la niebla y al blanco generalizado, llegamos casi sin darnos cuenta a lo alto de La Tonda, donde las curiosas formaciones de hielo, nos dan una idea del viento y el frío que han azotado estos montes.


Descendemos nuevamente al collado del Campo y decidimos continuar unos cuantos kilómetros por la pista, ascendente hacia las proximidades de las Peñas de Herrera. La mala visibilidad y la existencia de abundante nieve en el recorrido de descenso por esa vertiente, nos hacen decidir el regreso por el cómodo y siempre bello camino del bosque.

 Ya en Talamantes, disfrutamos del sol que ha ganado decididamente a las nubes y de la primaveral temperatura con la que ha acabado la mañana.Tras 18 km y más de 1.000 m de D+ creo que, un vez más, nos hemos ganado un buen almuerzo de carnaval.

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