lunes, 19 de mayo de 2014

CARRERA POR MONTAÑA SIERRA DE LUESIA....PARTICULARIDADES.

Pues ya ha pasado. La Carrera por montaña Sierra de Luesia ya sólo queda en nuestro recuerdo. Rememoraremos nuestros mejores o peores momentos tras una cerveza charlando con los amigos que aquí hemos coincidido, viendo fotos según vayan siendo colgadas en las modernas redes sociales, en los informativos y variopintos blogs, o simplemente mientras cada cual se masajea las doloridas piernas y maltrechos pies.



Además de ser una prueba puntuable para la Copa de Aragón, en esta ocasión también era Campeonato de Aragón de Clubes, lo que significaba la presencia de la mayoría de clubes aragoneses representados con sus mejores corredores. La igualdad estaba asegurada y sería cuestión de pocos puntos los que marcaran al final la diferencia. Lo que queda claro es que cada día la gente corre más. Sí, se pueden buscar excusas de que este año, en esta carrera, el terreno estaba mejor para rebajar tiempos de ediciones anteriores, pero yo me refiero en general. Pues eso, que no sé si habrá cada vez más gente que corre, pero lo que está claro es que en montaña, cada vez corren más rápido. 



Pero la entrada de este blog no va a ir más allá de comentar con estas pinceladas el asunto puramente deportivo, y sí hablar sobre esas particularidades que siempre existen en los pueblos y entornos por los que se desarrollan estas carreras. Normal que se nos escapen debido al esfuerzo, que pasen desapercibidas por  las prisas en alcanzar y no ser alcanzados, por lo fugaz que suele ser nuestra estancia.
En esta ocasión he tenido la suerte de que el amigo Julio Garde, alma mater del diseño y trazado de esta carrera (organizada perfectamente por la A.C. Fayanás de Luesia), me las pudiera ir contando con pasión y entusiasmo la tarde del sábado, sentados tranquilamente (es una forma de hablar porque con Julio ya se sabe que sentado y tranquilo....difícil). Julio además, me pasó en un "pergamino" con letra de ordenador  un detallado recorrido de la carrera, con sus puntos de control, sus cotas, tiempos de corte, pero tambien venía adornado con esas particularidades a las que hacer referencia y que resultan curiosas.

Una rápida vista de Luesia ya nos hace sospechar que aquí hay historia y de hecho, la "billa", está considerada desde el 2009 como Bien de Interés Cultural por su conjunto histórico.  Personajes ilustres han tenido relación con la "billa" como el portaestandarte de la Corona de Aragón en la batalla de las Navas de Tolosa, un tal Miguel de Luesia, alférez del rey Pedro II de Aragón. El arzobispo de Zaragoza, Hernando de Aragón, que tenía en el Castillo su casa de verano. 




 
Toponimias curiosas por las que hemos pasado en carrera, como los Puys (Puy Fonguera, Puy Moné), Filero los Ruejos, Escorrola, Palomeros, Paco de cuchareteros.
Col de Malpaso en donde allá por el año 1852, los carabineros emboscaron a una partida de contrabandistas dejándolos en el sitio. Col de Josepín, en donde Franco se solazaba cazando jabalíes......cuando era joven, allá por el 1929. Bosques frondosos de pino, hayas (gracias Carlos!), acebo, madroño, roble, arces, serbales y guillomera que sirvieron de refugio a grupos de maquis.

Y ya para acabar, un par de pinceladas históricas de interés deportivo que se me olvidaban, aquí se celebró una de las primeras "Carreras del Gallo" en Aragón, documentada en 1804.......y en el 2014 el Club Sarrios se proclamó Campeón de Aragón de carreras por montaña.


domingo, 11 de mayo de 2014

IBON DE IP. HASTA LA NIEVE Y MÁS ALLÁ.

A pesar de estar agrandado artificialmente y cebado por su embalsado, el ibón de Ip es uno de esos rincones del Pirineo aragonés con encanto. Abierto al valle por el Oeste y rodeado salvajemente por las agrestes cumbres de Pta. Escarra, Pala de Ip, al Norte, Pta. del Aguila, Pala de Alcañiz al Este y Peña Nevera y Collarada al Sur. Uno de esos parajes que desprenden su enigmática belleza aún manteniendo las heridas provocadas, hace tiempo ya, por la mano del hombre.

La mañana comienza fresca cuando el amigo Rebu y yo comenzamos al trote desde el Puente de los Peregrinos (Canfranc pueblo) por el ancho camino que pronto se tornará en empinado sendero y que nos subirá, sin tregua ni pausa, por el boscoso barranco de Ip. Ganamos altura rápidamente, hasta que el valle se va abriendo y tendiendo, lo que permite irme recobrando del sofocón. El Rebu no, que le da igual y continúa con su incansable trote, con su charla sobre libros y  no sé qué otras historias más.

Llegamos así a las proximidades del "albino" refugio forestal, no sin antes habernos sorprendido por el atento control que un elegante y poderoso sarrio macho hace de todo aquel que entra en este valle. La nieve a partir de este punto (2.000 m) es abundante todavía. La mañana es buena, cielo un poco desvaído con alguna nube, así que tras breve bocado y como la nieve permite avanzar con zapatillas, continuamos ascendiendo sin mayor finalidad que la de subir, por el mero placer de subir.

Nos paramos en un pequeño montículo (2.392 m)  camino del collado de Escarra. A partir de este punto, la pendiente de la nieve hace aconsejable no proseguir con nuestros minimalistas atuendos. Regresamos provocando revuelo entre la abundante población de marmotas que avisan de nuestro paso, que tras delatarnos con sus silbidos, desaparecen con sus escurridizos movimientos entre las rocas.

Es lo que tiene subir hasta la nieve y más allá.

(Sábado, diez de abril de dos mil catorce)




Con permiso.
 


Desde los 2.000 m la nieve es todavía abundante.

El ibón de Ip. Rodeado por agrestes picos. Hombro de Escarra, Pta. del Aguila, Pala de Alcañiz, Los Cuchillares, Peña Nevera, Colladareta, Collarada.




Pta. Escarra y su collado (izda), en el que desemboca el conocido tubo N de Escarra.

Pala de Alcañiz, Los Cuchillares y Peña Nevera.























domingo, 4 de mayo de 2014

BORÓN. UN POQUITO DE TODO, POR FAVOR.

Un surtido variado, un poquito de todos los elementos necesarios, verticalidad, andar, trepar, correr. Subir al Pico Borón (1.327 m) desde Vadiello (Huesca) nos ofrece todos estos ingredientes, en cantidad y calidad suficiente para poder hacer pausadamente esta breve excursión y quedarse con un regustillo de mañana aprovechada, de forma distinta a la que últimamente estamos acostumbrados, y que nos ha servido para recordar con nostalgia nuestras andaduras de juventud por estos mallos y crestas.

El camino no tiene pérdida, aunque es necesario mantener la atención en todo momento para seguir los mojones y el sendero adecuado. Salimos mi hermano Carmar y yo del último aparcamiento de Vadiello, antes del túnel final. Cogemos empinado sendero marcado y nos introducimos rápidamente, a base de una eficaz ganada de altura, en la canal, que se va superando fácilmente, con algunos pasos que obligan a demostrar que todavía mantenemos agilidad y elasticidad. Superamos así los más de 300 m de desnivel desde el coche hasta este punto en el que nos encontramos, en lo alto del macizo de Ligüerre. Si espectacular era la vista inicial, pasando a los pies del "Puro", del mallo San Jorge, una vez en el alto y abriéndose el paisaje, las vistas no desmerecen dominando la verticalidad, con un pantano de Vadiello rebosante, luciendo uno de esos turquesas que impactan. El camino se tiende ya en este tramo para ir progresando de manera rápida por la ancha loma de los mallos de Ligüerre hacia nuestro visible destino, el P. Borón. Antes de llegar al final de este cordal, perderemos un poco de altura hacia la derecha, en diagonal (seguimos mojones y marcas de pintura azul) en dirección a una pequeña zona boscosa que, atravesándola, nos acercará al bonito collado de Ligüerre. Desde aquí a la cima nos separan unos 200 m de desnivel que se superan fácilmente, obteniendo como recompensa una impresionante vista del P. Fragineto y del Montidinera, con el profundo Guatizalema a nuestros pies.

Lo dicho, todo variedad y justa cantidad.












































Entrando en la canal.































 




















































Por los mallos de Ligüerre, uno de los pocos tramos "correderos". Al fondo "Los Pepes".



Fragineto, Montidinera, Guara al fondo