lunes, 31 de mayo de 2010

VI PUYADA A OTURIA.

Sexta Puyada a Oturia.

Quinta Puyada a Oturia que he terminado y que ya es historia. Sólo que esta vez quedará en ese cajón de los recuerdos que todos tenemos como una Puyada diferente y emocionante. Pero no emocionante por la incertidumbre de ganadores o puestos, no. Me refiero a esa sensación de "emoción interna" que aparece cuando te has pegado una buena paliza con tu compañero (y amigo) de correrías, durante unas cuantas horas (en este caso 4h 20 min). Esa misma sensación que tuve en "La Marcha de los tres ibones" en el 2008 con Ambargreen y con Victoriano, en el 2009 en "Canfranc-Canfranc" con Reburun, o en "La Maratón de Zaragoza "del 2009 también con Victoriano, sólo que esa vez no pudimos entrar juntos como merecíamos.

Pero esta vez sí, hemos vuelto a entrar Victoriano y yo juntos. Además tras un último esfuerzo en el que echamos el resto acompañados de Cafuu (.....gracias por estar esperándonos en esos últimos y largos metros hasta el Pirenarium!) para que no nos adelantaran in extremis el que sería el 11 veterano y la 4ºª clasificada femenina.
Estas sensaciones son las que aparecen de vez en cuando y justifican estos palizones, estos desgastes y el que uno siga apuntándose un año tras otro a estas carreras. Así que hasta la VII edición!.

domingo, 23 de mayo de 2010

POR EL MONCAYO (2.316 m)

Moncayo, Moncayo!!
Tan próximo a nosotros, tan visible en el horizonte.....¿a qué estamos esperando para subir corriendo?

Aprovechamos este sábado, día luminoso, sin una pizca de aire, barruntando ya temperaturas más propias del verano. Reburun, Topete, Victoriano y yo dirigimos nuestros ojos a toda la sierra que aparece cada vez más cerca. Sierra que guarda un buen número de misterios, en sus faldas, en sus bosques. Brujas que fueron y que no lo fueron, cruce de corzo que más que corzo parece un sarrio, carreteras que bajan pero que realmente suben......

Salimos desde el aparcamiento de Agramonte. Son las 9:05 a.m.


Sendero bien marcado con indicaciones hacia el Collado Castilla, primeros metros de ligero ascenso para dar rápidamente paso a fuerte subida por frondoso bosque que va esclareciendo hasta salir a pedrera y zona de arbusto bajo. Llegamos al Collado Castilla, no paramos y seguimos a fuerte ritmo por la lomera pedregosa hasta la cima del Moncayo. Ha pasado 1h 20 min, que para los escasos 6 km que nos separan de nuestro punto de salida parece mucho, pero no hay que olvidar tambien los 1.250 m de desnivel que nos hemos metido.

Fotos en la cima, trago de agua y barrita (todo ello amenizado con algún que otro villancico ) y continuamos por el cordal de la sierra. Los kilómetros van cayendo entre subes y bajas, acercándonos hacia el extremo más oriental de esta sierra, vemos que la posibilidad de unir este recorrido con Las Peñas de Herrera y Talamantes no es ninguna idea descabellada, y queda pendiente para una próxima ocasión.

Descenso peligrosillo y con algún susto hacia el Collado Bellido, debido a la frondosidad del suelo que nos impide ver bien dónde ponemos los pies. Desembocamos así en la pista que nos llevará hacia las proximidades de Agramonte, pero para ello aún tenemos que recorrer bastantes kilómetros que se van haciendo duros al final. Fuente del Fraile, Refugio abandonado, Camping juvenil, carretera........3 últimos kilómetros eternos.

Al final 27 km, 1.450 m de D+ y 3h 15 min (sin contar paradas). Otro día que nos hemos ganado un buen almuerzo........bueno, mejor que almuerzo, menú como los señores!


FOTOS

VIDEO


domingo, 16 de mayo de 2010

"MORATA PER TUTTI IL MONDO"


Morata de Jalón ha sido el lugar de encuentro para este sábado 15 de mayo. Allí hemos acudido con nuestras respecivas familias Amarok, Ambargreen, Reburun, Vitorian y yo.
Si uno va a Morata, ya se sabe a lo que va......a escalar.


Unas cuantas cuerdas en sus respectivas vías han servido para que los más pequeños hayan podido demostrar sus dotes de "lagartijas trepadoras" y para que el resto desentumecieran sus neuronas y músculos de "maestros escaladores". Otros nos hemos contentado con mantener el tipo y no desentonar mucho, aunque se nos ha visto rápidamente el "plumero" con el utillaje de los años 80 que hemos desplegado......no sin cierto orgullo.


Pues eso, que ha sido un día diferente, muy agradable y lo más importante, que ha servido para que nuestros chic@s se vayan enganchando a ese tipo de movidas y a nuevas sensaciones.
Esto habrá que repetirlo, sólo que para la próxima sortearemos quién hace de fotógrafo para colgarle de lo alto y que saque fotos de cara.
Eso y que "el del postre" no nos vuelva a fallar.

Os dejo aquí el enlace con algunas de las fotos:








domingo, 9 de mayo de 2010

CARRERA POR MONTAÑA DE IGLESUELA DEL CID

Ya el año pasado, con los cambios que hicieron en el recorrido, consiguieron convertir a esta carrera en una bonita prueba. Perfectamente marcado y limpiado el itinerario, generosos avituallamientos y bien distribuidos, gente amable.
La carrera discurre por senderos en casi su totalidad, zonas de praderío serrano, bosque, cortafuegos...........rebaños de vacas (bien lustrosas que estaban). Muy variada en definitiva, con zonas donde se puede correr mucho (el que pueda claro!), tanto en llano como en bajadas y con continuos repechos. Carrera pues dureta, en la que la última subida a la cruz exige un último esfuerzo (bonitas fotos Monrasin y de agradecer los ánimos que dabas a todos) sabiendo que en 2 km de bajada te plantas en meta.

La verdad es que con todos los que he hablado hemos mejorado el crono respecto al año pasado, será que hoy la temperatura era mucho más benévola para correr. Contentos la verdad. Buenos resultados, podiums.....y que este año va a estar la Copa de Aragón entretenida, que hay mucha mula parda con ganas y fuerza para dar que hablar.

Lógicamente, un fin de semana da para algo más que no sólo correr, como disfrutar de la gastronomía de la zona y sus efectos secundarios, echarse varias cervezas de diversos tamaños con los amigos, muchas risas y unas cuantas partidas de guiñote que a más de uno nos ha trasladado a varios años atrás.

Fotos: (se incluyen algunas de Eva hechas en la llegada)
http://picasaweb.google.es/Manumanumar/IGLESUELADELCID2010#5469370331257090050


Fotos de Monrasin
http://picasaweb.google.es/monrasin3/IGLESUELA#


CLASIFICACIONES OFICIALES:
http://www.fam.es/web/index.php?option=com_content&view=article&id=310&Itemid=260

martes, 4 de mayo de 2010

HIMALAYISTAS DE SALON (por José Manuel Herraiz)

Tras haber seguido en las noticias de prensa, la televisión, la radio, la tragedia sufrida estos días atrás en el Annapurna, creo que es en el escrito de José Manuel Herraiz donde se refleja de una forma clara y natural lo que alguien tenía que decir.

HIMALAYISTAS DE SALÓN, Por José Manuel Hérraiz, compañero, editor y guionista de varias expediciones de Carlos Pauner.


Conozco a Carlos Pauner desde el año 2002. He sido editor y guionista de los documentales sobre sus expediciones al Makalu, Kangchenjunga, Gasherbrum I, Cho-Oyu, Everest y Nanga Parbat. En 2005, tuve la oportunidad de acompañarle en su fallida expedición a la montaña más alta de la tierra. Compartí con él, junto a Javier Pérez, Jesús Calleja y los componentes de una expedición mallorquina, cuarenta días sobre la morrena del glaciar del Khumbú, a 5.500 metros de altitud. Allí conocí a Tolo Calafat. "Tolito" era un chaval encantador, buena persona, deportista de una fuerza descomunal, y hombre sentimental que lloraba después de hablar con su mujer y su hijo, a los que echaba terriblemente de menos en aquel desierto helado. Tolo era un hombre lleno de dudas. A menudo se preguntaba en voz alta sobre su capacidad para alcanzar la cima de la gran montaña y sobre su vocación de himalayista. Tras hablar por teléfono satélite con su familia solía preguntarse: "¿Qué demonios estoy haciendo aquí?". Sin embargo, cuando llegaba el momento de partir hacia los campos de altura, el espíritu de superación del grandísimo deportista que llevaba dentro, le empujaba a emprender el camino con los demás, sin una protesta, lleno de ambición por alcanzar la cima.

Con estos antecedentes, por mi estrecha relación con algunos de los protagonistas de la historia, podría pensarse que estoy en situación privilegiada para analizar la tragedia ocurrida en el Annapurna. No es verdad. En este complicado mundo del himalayismo, donde se mezclan desordenadamente el espíritu deportivo, el profesionalismo y hasta el orgullo nacional, existen dos tipos de personas. Aquellas que conocen la zona de la muerte por encima de los 7.500 metros y han respirado su aire finísimo, y los que no. Los que han experimentado el cansancio infinito de jornadas interminables en los días de cima, y los que han oído hablar de ello. Los segundos son, somos, himalayistas de salón.

De algo sí me han servido mis conocimientos teóricos y mi relación personal con montañeros de prestigio. Consciente de la dificultad extrema de este deporte, del peligro mortal al que se enfrentan sus practicantes -sin parangón con ninguna otra actividad- , pongo especial cuidado en reflexionar e informarme muy bien antes de valorar los comportamientos que se producen allá arriba. No todos hacen lo mismo. En los días posteriores a la desgraciada muerte de Tolo Calafat, se han podido leer en los medios de comunicación, acusaciones más o menos veladas, dirigidas contra Carlos Pauner y Juan Oiarzabal. Desde Mallorca, personas cercanas a Tolo afirman que sus compañeros de expedición no hicieron lo suficiente por salvarlo. Leo en el Diario de Mallorca que "la tragedia que costó la vida al mallorquín, dejando viuda y dos huérfanos de padre, lleva camino de suponer un severo antes y después en el prestigio de sus dos compañeros de cordada". El dolor por la pérdida de un ser querido en los más cercanos puede disculpar, en parte, algunas actitudes. Respecto a los demás, no hay disculpa posible. Acusar a Pauner y Oiarzabal de no haber hecho lo suficiente por su compañero, de abandonarlo a su suerte, es una injusticia mayúscula. Una canallada. No solo hicieron todo lo que pudieron por salvar a Tolo, sino que arriesgaron su vida permaneciendo en el campo 4 en condiciones lamentables. Y lo hicieron porque, para ellos, Tolo era especial.

Pauner y Oiarzabal son hombres curtidos, extraordinariamente duros, que quizá no dejan traslucir con facilidad la hondura de sus sentimientos. Son supervivientes. Sin embargo, ellos, como Javier Pérez, como los doctores Morandeira y Nerín, están rotos por dentro. Las declaraciones de Oiarzabal sobre los sherpas de la expedición coreana y sobre su líder, Oh Eun Sun, hay que interpretarlas, forzosamente, teniendo en cuenta las circunstancias terribles que estaba viviendo. La entereza del montañero vasco no debe confundirnos. Acababa de perder a un amigo muy querido y regresaba de un esfuerzo brutal en la altura extrema, que había estado a punto de costarle la vida.

Durante el descenso del Kangchenjunga, en 2003, Carlos Pauner quedó rezagado de sus compañeros de expedición y no pudo alcanzar el campo 4. Nadie le esperó. Al día siguiente, Mario Merelli y Silvio Mondinelli partieron hacia el campo base con la certeza de que no volverían a ver con vida a su amigo. Carlos protagonizó un descenso agónico, con dos noches a la intemperie, salvando milagrosamente la vida. He hablado con él en infinidad de ocasiones sobre aquellos difíciles momentos. Jamás le he escuchado un reproche, ni el más mínimo, sobre la conducta de sus compañeros de expedición. Jamás. Las normas del himalayismo a este respecto son muy claras: por encima de los siete mil metros, el alpinista sólo depende de sí mismo para conservar la vida. Permaneciendo en el campo 4, Carlos Pauner, Juan Oiarzabal, el rumano Colibasanu y los sherpas Sonam y Dawa, rompieron esa regla. Y lo hicieron por Tolo Calafat.

A "Tolito" se le rompieron el cuerpo y la mente en las laderas del Annapurna. Alcanzó un grado de agotamiento tan extremo, que cayó para no levantarse más. ¿Cómo sería ese cansancio para que un hombre como él, corredor de maratones y carreras de montaña, no pudiera superarlo? No lo sé. No puedo imaginarlo. Los que acusan con ligereza, los calumniadores, tampoco pueden hacerlo. Después de todo, solo son, somos, himalayistas de salón.

José Manuel Hérraiz

sábado, 1 de mayo de 2010

PEIRÓ BAJO LA LLUVIA.

Aprovechando este fin de semana libre entre carrera y carrera, hemos quedado Reburun, Amarok y yo para hacer una salida. La idea inicial de acercarnos a Nocito para subir al Tozal de Guara ha sido sustituida durante nuestro viaje matinal por un plan B , subir al Peiró.Viendo la lluvia que nos iba a caer y sobre todo las nubes bajas que poblaban la cara Norte de Guara, por donde deberíamos subir y bajar, nos hemos dirigido a Arguis, zona que empieza a sernos muy familiar.
Las tímidas gotas iniciales rápidamente se han convertido en fuerte lluvia y así ha sido durante todo el rato que hemos estado corriendo. El Peiró es un monte con tramos fuertes de subida, que como dice el amigo Reburun, justifican con creces un buen entrenamiento y por lo tanto el desplazarnos hasta aquí. Terreno rebosante de agua por abajo, por lo lados y por arriba. Llegamos a la cima totalmente calados. Paramos lo justo para hacernos la foto, recobrar un poco el resuello y antes de quedarnos fríos, descendemos con precaución ya que esta bajada es propicia a resbalones con el terreno embarrado.Bonitos tramos de bosque que incitan a bajar con el freno quitado. La lluvia es uno más de nuestro grupo hasta que nos abandona en la pista de regreso a Arguis, así que aprovechamos para alargar un poco el recorrido y ascendemos, como hace dos meses, por la pista que se dirige hacia Gratal y Las Calmas, hasta que nuestro GPS particular nos dice que ya es suficiente. El descenso en vez de por la pista, lo hacemos por el bonito sendero de Las Calmas que salvando un fuerte desnivel a la vez que ahorrándonos unos cuantos kilómetros, nos plantifica en un santiamen de nuevo en la pista de regreso a Arguis a donde llegamos tras unas 2:10 h de remojo (algunos un poco más mojados que otros, es lo que nos pasa por hacer travesuras con los charcos y demostrar cómo se tiene que tirar uno a la piscina).

VIDEO:
http//www.vimeo.com/11383057