lunes, 28 de mayo de 2012

VERTICAL AL IBON DE PLAN.

Cuentan las abuelas del valle de Chistau a sus nietos, que en lo más profundo de las aguas del ibón de Plan habita el alma de una bella mora, llegada hasta ese precioso y misterioso paraje huyendo de las luchas entre moros y cristianos. La belleza del entorno donde se recoge este ibón, el misterio que emanan los bosques de pino negro, hacen un entorno ideal para  escenificar esta leyenda. Tiene que ser en la noche de San Juan, justo antes de la salida del sol y tras lavarte la cara con las aguas del ibón podrás ver el alma de la bella mora saliendo burbujeante de las entrañas de la Basa, justo cuando el primer rayo de sol aparezca por la vertiente de Armeña. Comienza así una danza mágica, hipnotizante, de una figura femenina cubierta de la cabeza a los pies por serpientes multicolores, pero has de tener el corazón y el alma limpio para poder verla.

 No fue a través de mi abuela, pero sí que esta leyenda llegó a mis oídos con casi seis años y mirando cara a cara a estos bosques y estas montañas. Doy fe de que en ese momento, algo nació en mi, ya por aquel entonces, fantasioso interior y serviría para que cada vez que me acerco por aquí,  sienta una poderosa y agradable sensación de atracción misteriosa.


Nunca he podido ver el alma de la mora, ni su sugerente danza, seguramente porque nunca lo he visitado en la noche de San Juan, ni tampoco creo que a estas alturas la vea incluso estando  en esa fecha. Pero para mi, suficiente premio es ya el deleitarse con las vistas y la especial tranquilidad de este rincón.

El ibón en julio del 2011, con bastante menos agua que en esta ocasión.
 Todo esto pasa por la cabeza cuando asciendes como un animal en espantada cuesta arriba, disputando lo que este pasado domingo fue el kilómetro vertical del ibón de Plan. Estás en tu entorno, notas que tu pisada no es desconocida en el terreno, la raíz donde apoya tu zapatilla es la misma que cruza este sendero hace un año,  hace dos. Hoy no me sorprendo con ningún sarrio en su deambular por el bosque, la hora de la mañana es ya avanzada, el disputar de la carrera ha tenido que asustar a los "habitantes" del barranco. Regulas las distancias, controlas que tu corazón no se desboque en un esfuerzo excesivo inicial. Ritmo. Los tramos en los que mentalmente has dividido el recorrido van pasando rápidamente, sendero para correr, bojes, alcanzo el trote de Juan, bosque, ánimos, animo a Toño que me adelanta espectacular, curva a la izquierda, cruzamos el barranco, piedras, la zancada del amigo Victoriano, aprovecho para recuperar, curva a la izquierda en la pedrera, gracias, sigo, Javi me deja paso, no miro a las caras, noto que Luis viene recortando los treinta segundos de diferencia con los que hemos salido, tranquilo, aún queda terreno, hay tiempo, hay que obligarse a correr aquí, cruzamos por segunda vez el barranco, ahora es cuando hay que darlo todo, adelantas a uno, a otro, el terreno es empinado, el bosque está precioso, ya estás casi, el cruce con el sendero que viene del refugio, ahora viene terreno para correr, sorpresa, la cabeza dice que hay que ir más deprisa, las piernas protestan por el cambio brusco en el ritmo, mejor  por fuera del sendero marcado y blando, por terreno más duro, la orilla aparece, precioso aunque nadie baile en la superficie........

Enhorabuena y gracias a toda la organización por haber hecho posible esta bonita carrera.



FOTOS MONRASIN

CLASIFICACIÓN.

miércoles, 23 de mayo de 2012

INFECTADO.

A vueltas con las reflexiones que van surgiendo con esto del correr, me di cuenta no hará muchos días, que presentaba todos los síntomas de una enfermedad de la que no sé su nombre. Sus síntomas son silenciosos, permanecen latentes y no te das cuenta de que la infección la tienes hasta que te sorprende la dificultad de hacer algo tan sencillo como asistir a una carrera con el único propósito de correrla, sin importarte la posición final en la que puedas quedar. Y digo que estoy infectado ahora por algún virus o por la etiología que fuere, porque hace unos cuantos años esto no me pasaba, sus síntomas o manifestaciones no aparecían en ningún momento durante aquellos días. El correr, era una experiencia diáfana, en donde la única sombra que aparecía era la duda de uno mismo preguntándose si sería capaz de resistir, simplemente de si se es capaz de terminar esa prueba o no.

En cuestión de menos de una semana, he pasado de plantearme la asistencia a una carrera como un mero trámite, un entreno sin más, sin presión alguna por tener que estar en una posición final concreta, y repentina e inesperadamente (creía que lo tenía totalmente claro y decidido) volví a sentir esa inyección de adrenalina que enciende algo en tu interior y te transforma, un "otro yo" se despierta repentinamente y te susurra de manera malévola y convincente que a tope, a darlo todo, si vas, vas a por todas, que si vas, vas a ganar, ya llegaran tiempos en los que no puedas, los entrenos para disfrutar se hacen entre semana........es la infección que se ha activado y una vez que brota no hay forma de pararla.

 Esta enfermedad excita el lado más oscuro de uno, tal vez el más primitivo. Yo no era así.......¿o sí? ¿No tendría la enfermedad de nacimiento? ¿No sería activada por el mero hecho de levantar un día una mano con una medalla? ¿No estamos todos infectados desde que nacemos y no lo sabemos?
Han pasado varios días ya desde que escribí la primera línea de esta entrada. La verdad, no me importa el estar  infectado. Seguramente también afecta al claro y santo raciocinio de la persona, por eso seguramente escribo estas cosas. Porque es agradable esa sensación de perversión, de cierta maldad, de reconocerse como un enfermo declarado y no latente.

Con el amigo Iñigo Saez, Vitoria 2010 Campeonato de España por equipos. Un día en el que estábamos los dos muy infectados.

lunes, 14 de mayo de 2012

HABLANDO IDIOMAS.



Con el tiempo vas conociendo a corredores muy diversos, últimamente y por circunstancias diferentes, muchos son habituales del asfalto y de los croses. Te das cuenta entonces, que con alguno de ellos, los idiomas que manejamos son diferentes, distintos. En varias ocasiones, no tardaron ni cinco minutos en preguntar qué tiempo tenía en un diez mil, o en una media, o en un maratón.

Cómo puedes explicarle a esa persona que no, que por asfalto lo que es correr carreras, muy poco. Que lo que  normalmente hace uno son otro tipo de pruebas, en las que por supuesto también se compite y en las que sorprendentemente puedes llegar a tardar 50 min para hacer 5 kilómetros, como ocurre en una prueba de kilómetro vertical, o más de 2 h en pruebas de apenas 20 km. En las que la competición es un aliciente más pero no el único, donde aparecen otras muchas y diferentes sensaciones. Vamos, metafísica personal. Noto que miran raro y sabes que lo que se están preguntando es si eso es correr. Bueno vale, pero ¿qué tiempo tienes en una media, qué has hecho en un maratón, qué....? Decidido, lo mejor para entenderte con alguien, es hablar su mismo idioma. Aparte de la normal curiosidad y que de vez en cuando llevar estos ritmos tan diferentes a los que uno está acostumbrado, viene muy bien, la razón por la que acabo de correr  la media de Zaragoza ha sido  para poder hablar en ese otro idioma, entenderme en el mismo idioma.

Tiene su brillo y morbo el correr por medio de las calles de la ciudad, el notar que tus piernas van a un ritmo alegre, cumpliendo con tu objetivo marcado, con tu marca pensada. No he podido disfrutar de otras sensaciones salvo las meramente competitivas, otras motivaciones que puedan compensar el esfuerzo de correr por la ciudad, por el asfalto, probablemente existan pero siguen escondidas para mi. Simplemente he sentido el gusto, el placer por haber conseguido el objetivo de un tiempo, de un número, de una marca.

Ahora, por lo menos, ya podré hablar el mismo idioma. 1h 17 min 22 seg.

Con el amigo Rebu, sobr el km 17. Foto de anapachun...gracias!

lunes, 7 de mayo de 2012

TALAMANTES "FOR EVER".

La carrera por montaña de Talamantes (pequeño pueblo de Zaragoza, en las estribaciones de la sierra del Moncayo) surgió por primera vez de la mano de Mario (Mariote) allá por el año 2007 y durante cuatro años seguidos se fue celebrando con gran entusiasmo y buena participación, llegando incluso a ser prueba en el 2010 de la Copa Aragonesa.  Por un motivo u otro, todo tiene un final y en este caso  fue triste, ya que desde aquel año, la disolución de su equipo organizador hizo que desapareciera. Con cuatro años. Muy joven para ser olvidada.

El recorrido transcurre por los bellos bosques y duros cortafuegos de la conocida Tonda (1489 m) como su punto culminante y las Peñas de Herrera, durante 28 km y algo más de 1.600 m de D+.

Bien, la carrera ya no se hace, pero allí sigue estando y desde aquel mismo momento en nuestros planes estaba el hacer su recorrido por lo menos una vez al año. Así lo hicimos para el otoño del 2011 y así lo hemos vuelto a hacer en esta ocasión, primavera del 2012. Las costumbres, si son buenas, no deberían perderse y en nuestras manos, o mejor dicho, en nuestras piernas está el poder mantenerlas.

Las visitas a estos bosques, en mi caso su descubrimiento fue a raiz de la primera carrera, han sido frecuentes y emotivas. Mientras haya fuerzas, seguiremos manteniendo vivo el grito de "Talamantes for ever".

Primeros instantes de la jornada, conversación, relajamiento.......senderismo más que otra cosa.

























Poco a poco las lenguas van dejando paso a las piernas.

























Bueno, bueno......esto ya va siendo otra cosica.




































































































El tramo más bonito, descenso a Talamantes desde La Tonda.
























Llegando a Talamantes, 16 km y más o menos la mitad del recorrido.












































































Una pequeña "variante" del recorrido,  pasando por el pie de las Peñas de Herrera. Con el amigo Mariote, motor durante esos cuatro años de esta bella carrera.



























Nos lo tenemos bien merecido.

martes, 1 de mayo de 2012

CINCUENTA Y UN DIAS.

"Desde el 11 de Marzo sin vernos. Cincuenta y un días de ausencia tras un invierno extraño que ha impedido que disfrutemos plenamente, que hayamos podido realizar todos los planes que antes de tu llegada iban surgiendo. Algunos se han quedado en un rincón, sin resignarse todavía a quedar olvidados, tal vez aletargados esperando la llegada de un próximo invierno, tan lejano todavía. Pero resistimos con la esperanza, este año has venido diferente, extraño y a pesar de ello hemos podido disfrutar juntos, he podido sentir esas extrañas y plenas sensaciones que el que te conoce puede compartir. Siempre se quiere más, de lo agradable y bello siempre se quiere más. De la sensación de libertad, siempre se quiere más. El invierno se nos va como pocas veces, con todo su extraño esplendor, con las últimas fuerzas del moribundo, con gran generosidad, aunque retrasada, con esa generosidad que nos es tan  necesaria para afrontar otros cincuenta días, otros cien días, los que haga falta hasta tu nuevo regreso".

Todo este "brote" sentimental, como siempre que me da, es por culpa de los cielos nublados, las lluvias y la falta de luminosidad de estos últimos días. Hoy, aprovechando una mínima ventana de tiempo algo aceptable (pero mínima, mínima), me he escapado fugazmente a sentir de nuevo la nieve bajo las tablas.