No somos muy madrugadores en comenzar. Da igual, sabemos que no encontraremos aglomeración para acceder a este particular museo y se agradece. Son más agradables las visitas que se hacen de manera solitaria o con la compañía elegida y querida por uno.
Nos marcamos un ritmo pausado y tranquilo para poder apreciar lo que hemos venido a ver, tocar, a oler y a sentir.
Sólo hay que dejarse llevar y seguir el itinerario indicado. El mismo que podrían haber empleado hace cientos de años antiguos invasores, viajeros errantes, tenaces y fervorosos peregrinos buscando, valle abajo, el enlace con el principal, el camino de Santiago, en su aventurero peregrinaje hacia la lejana tumba del santo. Sendero tapizado de mullida y generosa hojarasca que nos permitirá avanzar por estas imaginarias salas de un inventado museo, en donde nos encontraremos con imágenes y composiciones de todos los estilos.
Orondas
y barrocas hayas aparecen en aquel recodo del sendero, que nos esperan
como atractivas modelos de Rubens. Extraños crecimientos y agrupaciones
de hongos de abstracto aspecto. Pinceladas impresionistas de amarillos flotando en las casi desnudas ramas. Panoramas y paisajes de absoluto
realismo, troncos tapizados formando vanguardistas esculturas.
Los
bosques son así, despiertan imaginaciones, aguzan el oído, entretienen
las mentes en busca de lo imprevisto y de lo sorprendente que pueda aparecer.
Recorrido Sta. Elena - Hoz de Jaca - Sta Elena. Tramo del camino Jacobeo del Alto Gállego.
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Tramo Sta. Elena a Hoz de Jaca. |
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Paisajismo puro. |
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Abstracto, ¿un alce? |
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Orondas y barrocas hayas. |
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Estilizadas modelos. |
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Esculturas de vanguardia.
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Sólo hay que dejarse llevar por el sendero. |