domingo, 30 de marzo de 2014

AL TABLATO, CON MI AMIGO BRAZATO.

Lo de este domingo ha sido casi para usar la calculadora. La hora la tenemos que cambiar, dormimos una menos a cambio de la que nos dieron de más hace unos meses, aunque dentro de algunos más nos la volverán a dar. El tiempo está claro que no será bueno, pero anuncian que aguantará hasta que las lluvias lleguen sobre las doce (de la hora nueva?), hay que estar en casa pronto....Con todos estos condicionantes encima de la mesa, aparezco a las 8:30 h en el Balneario de Panticosa. Sorprendentemente solitario. 

Preparativos normales de mochila, tablas y comienzo como la última vez que estuve aquí, decidiendo en el último minuto mi destino. Subiré hacia la zona de los ibones de Brazatos y luego, en función de cómo evolucione la mañana, ya veremos. 

Justo al comienzo del camino que lleva hacia Brazatos, Labaza, etc. me encuentro con otro solitario. Nos saludamos con una leve sonrisa y sin mayor intercambio de palabras, comenzamos juntos la subida. Se agradece este inesperado encuentro y además parece que vamos con el mismo plan. Ascendemos por el bosque, siguiendo las múltiples huellas, intentándolas aprovechar ya que la nieve está más dura en ellas. Silencio, soledad. Hoy no hay nadie por aquí.

Poco a poco vamos saliendo del bosque, ganando altura, hasta desembocar en la cubeta de los ibones bajos de Brazato. Aparecen tímidamente descubiertos, a pesar de la abundante nieve. Me doy cuenta que no sé el nombre de mi poco comunicativo compañero, así que se lo pondré yo. Qué mejor que llamarle "Brazato"!

Llegamos así al ibón superior, continuamos ganando altura, las nubes de lluvia ya se ven por el Sur. Nos miramos y decidimos continuar hacia el Tablato, dejamos los esquíes donde la pendiente empieza ya a ser considerable y no toca otra que hundirte en la blanda nieve. Piolet y con cuidado para arriba, a alcanzar el filo de la cresta. La nieve no está para crestear lo escasos 100 m que nos deben quedar hasta la cima. Las nubes empiezan a adueñarse de nuestro entorno. Nos volvemos a mirar y la decisión es clara. Media vuelta. 

El descenso será hoy de esos días en los que hay que trabajárselo bien, la nieve está pesada, húmeda y hay que andar con cuidado. En el ibón inferior veo a un grupo de tres esquiadores, mi amigo parece que decide quedarse, así que continúo para aprovechar el que este grupo vaya marcando el descenso por el bosque.

Regreso a terreno seguro, camino hacia el Balneario recibiendo las primera gotas de agua nieve. Sonrío al pasar por el punto de mi inicial encuentro con "Brazato".

 

Ibón bajo de Brazato.




Hasta aquí y media vuelta.

 

Aquí mi amigo Brazato! Seguro que nos volvemos a ver.

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