Hoy era un día tranquilo, no teníamos ningún objetivo de envergadura en nuestra cabeza. Hoy tocaba simplemente andar y mirar. Perdernos por una zona del Balneario a la que raramente nos acercamos, por su lejanía, porque las cimas principales o de mayor envergadura no se encuentran por allí, porque hay otros caminos más rápidos o cortos para acceder. Tocaba pues una jornada sin prisas, pero con pocas pausas.
IBON DE BAÑOS, EL INICIO. |
El Balneario nos sorprende, los aparcamientos a las 8:30 de la mañana están llenos de coches. Para un mes de Junio no está mal y es señal de que la gente ha venido a pasar unos días por estos hoteles, lo cual, tampoco está mal.
Carmar y yo, nos dirigimos con paso animoso y zancada decidida. La idea es hacer un recorrido circular, saliendo del Balneario, para visitar la zona de numerosos ibones que se van extendiendo al pie del P. Serrato y Xuans, y ya que estaremos por allí, subir a una de las cimas de los Dientes de Batanes, a la más fácil, la cima W.
Durante la primera parte del recorrido, es un contínuo adelantar a grupos de senderistas que deben tener como objetivo la zona de los ibones Azules o incluso de Los Infiernos. Como he dicho, nuestro paso es ligero, con algún trote en los llaneos y bajadas del camino. Es curioso cómo con el paso de los años, la antaño temida "cuesta del fraile", importante desnivel que hay que superar antes de llegar al primero de los ibones que vamos a visitar, el de Bachimaña, se ha convertido en una llevadera cuesta que no ofrece mayor esfuerzo para superarla. Vamos por el camino común hacia los ibones Azules, aún a sabiendas de que es algo más largo que el sendero de la otra orilla, el que arranca del nuevo y recién construido refugio de Bachimaña.
El nuevo y todavía cerrado refugio de Bachimaña. |
Bordeando el gran ibón de Bachimaña. Poca agua en los ibones y poca nieve en altura. Malo. |
Una vez llegados al desvío en el que el camino que va hacia Los Azules-Infiernos, se separa del que se dirige hacia los ibones de Bramatuero, el encuentro con congéneres se convierte en un suceso más escaso. Ni una pizca de aire, un sol luminoso que hace brillar con nitidez la superficie de los numerosos lagos o ibones por los que vamos, una subida agradecida, tendida, sin desniveles bruscos, temperatura que nos hace sudar lo justo.
Bramatuero inferior, Bramatuero superior. Llegamos a la inmensa "planicie" (je,je) que da acceso al valle del Ara por el collado del Letrero, salpicada de numerosos lagos, laguitos y laguetes (Charcas de Luniacha) que acompañan nuestro avance hacia el collado entre el Xuans y los Dientes de Batanes, siempre al pie del P. Serrato. Entramos en una zona de caos granítico, el sendero ya no existe y sólo nos queda hacer caso a la lógica y subir hacia nuestro destino.
Ibón superior de Bramatuero. Al fondo a la izda. el P. de las Neveras, el collado del letrero y cuello de los Batanes. |
P. Serrato y una de las charcas de Luniacha. A la izda. el collado de Xuans y Batanes. |
De tanto en tanto, la aparición de un mojón o de señales pintadas blancas y negras, nos confirman lo atinado de nuestro rumbo. A nuestras espaldas (qué importante es echar siempre un vistazo a nuestra espalda) se va extendiendo un amplio y generosos paisaje de montañas fronterizas (Muga, Marcadau, Peterneille, Aratille). Todavía persisten heleros que nos obligan a pisar su blanda nieve.
Vamos así, poco a poco, sin agobios, disfrutando de nuestro paso constante, ganando terreno hasta alcanzar la fácil cima W del Diente de Batanes (2.878 m). El Vignemale aparece majestuoso, aunque no tan próximo como pensábamos encontrarlo. Todavía con nieve en sus corredores. La vista es amplia, extensa. El resto de cimas de los Dientes de Batanes aparecen frente a nosotros. Vías complejas y dificultosas. Nos alegra el que no entrara en nuestros planes de hoy el subirlas.
Un helicóptero naranja aparece repentinamente por el Sur. Algún rescate, pensamos. No, más bien nos da la impresión de ser un vuelo con algún grupo de turistas. La escena se aclara cuando, unos cientos de metros a nuestros pies y tras unos instantes de perplejidad por nuestra parte, se posa en la orilla del ibón superior de Labaza y descienden..........una pareja de novios recién salidos del altar!! Unas cuantas fotos para su reportaje, seguramente un beso de amor. Ya no hay fronteras ni imposibles!! Les deseamos felicidad desde las alturas.
Tras reponer fuerzas, continuamos hacia el Balneario, unos 1.200 m más abajo, directos. Terreno duro, roto, de grandes bloques, que en franca diagonal hacia nuestra izquierda nos va descendiendo y mostrando los bellos ibones de Labaza (superior e inferior), y el intensamente azul de Serrato.
Vertiente de Labaza, por donde descenderemos. |
Precioso el ibón del Serrato. |
La roca va cediendo su terreno al rododendro, al bosque. El calor aprieta y el agua para poder llenar nuestros secos bidones escasea por esta vertiente. Agradecemos el llegar al sendero que sube hacia los ibones de Brazato, ahora ya no hay más que seguirlo en constante y rítmico descenso.
Habrán sido unos 1.200 m de D+, que en subida hasta la cima se reparten en los primeros 16 km, mientras que los 1.200 m de D-, se hacen en unos 5 km de bajada.
Tras siete horas de caminata, zancada ligera y correteo, hemos recorrido unos 21 km para volver a nuestro punto de partida.
En verde, el itinerario seguido. |
4 comentarios:
qué maravilla de "paseo"! fotografías espectaculares! como todos tus reportajes. enhorabuena
un saludo desde el maestrazgomagico.blogspot.com
RAUL
Gracias, precioso.
De verdad, se agradece ver que lo que uno escribe y fotografía, sirve para transmitir sensaciones agradables.
Las gracias a vosotros por ser seguidores de este blog.
Dos meses han pasado desde nuestro cierre de la temporada de esquí de travesía.
Seguramente pasará un mes y medio hasta nuestra próxima salida.
Vivencias y expectativas nunca defraudadas.
Salud y ánimo para seguir con las carreras, la frescura y las fotos.
Hasta pronto brother.
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