viernes, 16 de agosto de 2013

EL OSCURO BACHIMALA.

"Al final la recompensa llegó y Franz Schrader, un enamorado del Pirineo desde los veinte años, alcanzó la cumbre del Gran Bachimala por primera vez, cuatro días antes que el gran Russell, allá por 1878"

Una montaña donde sólo encontramos lo imprescindible para que exista. Piedra. Piedra negra, oscura y rota. Así, con esta sencillez se alza altivo y orgulloso con sus 3.170 m el Gran Bachimala, también llamado Pico Schrader en honor de su primer conquista.

Junto a la parte trasera del refugio de Biadós, arranca una senda en dirección N que asciende decididamente por corto bosque hasta alcanzar, a la altura de cabaña del Sarrau, un largo y bello cordal herboso. Llegamos así a un  primer collado que cruzaremos Rebu y yo, abandonando el verdor del pastizal para adentrarnos en la inmensidad de las lajas de oscura piedra, ya en el collado Señal de Biadós. Desde aquí seguiremos un sendero, a tramos poco definido, por el que iremos bordeando el circo que forman la Punta Sabre y el Gran Bachimala. El día ha amanecido gris y fresco, todavía con los restos del frente que esta noche pasada ha descargado (y bien) por la zona. Esto permite que el suelo esté compacto y las inmensas pedreras por las que cruzamos, tengan a estas horas cierta consistencia que nos facilita en alguna manera el avance. El espolón occidental aparece y lo remontamos por dura pendiente hasta que se va transformando suavemente en una aérea pero fácil cresta. Llegamos así hasta la cima, estamos en un mirador privilegiado hacia el Posets. A nuestra izquierda el escondido circo con los ibones de Bachimala y toda la cresta hasta el P. de la Abelle. Nadie en la subida, nadie en la cima. Comenzamos el rápido descenso hasta el collado Señal de Biadós cruzándonos con un grupo de seis, los únicos a estas horas de la mañana. Desde el collado bajamos por el barranco que nos dejará en la Pleta de Añes Cruces, en una inmensa ladera verde salpicada de orgullosos lirios. Hemos recuperado el color, el verde, los amarillos, los violetas, la alegría cromática vuelve a aparecer, el sol ya en lo alto aprieta sin timidez y nos acompaña por la bella senda de Añes Cruces en nuestro regreso al refugio de Biadós. Hasta esa maravillosa bancada de su fachada donde nos sentamos, con una cerveza en la mano y el impresionante escenario de montañas ante nuestros ojos.

Bachimala desde la subida al Posets.


Por los pastos iniciales,con el Bachimala al fondo.

A nuestra derecha se alza el macizo Posets-Espadas.

Sendero bien marcado en la loma. En breves entramos en la oscuridad de la piedra.
Collado Señal de Biadós, hacia la vertiente de la Pez. Collado de la Madera al fondo.

En la cresta final, ibones de Bachimala abajo.

Cima del Bachimala, Punta Sabre y al fondo Posets.







Descendiendo hacia Añes Cruces. En frente el collado de Gistain, paso hacia Estós.





1 comentario:

Bas. dijo...

geweldig wat is die mooi.